Hace poco que he vuelto al mundo del anime y el manga, aunque todavía debo reconocer que es un tímido intento más que una acometida seria y comprometida al que había sido uno de mis grandes amores hacía siete años. Después de todo, han sido ya varios años, ponerse al día con las series y observar lo que ha sido popular o no durante los últimos años es una labor imposible, en la cual muchos de los jóvenes en cuyos grupos publico los artículos de este grupo me han ayudado con sus comentarios y soporte. (aprovecho para agradecer a
Bimago, a
Victor, a
Alexander Sasha, a
Sioul, a
Touya y a los muchos otros cuya mención no he hecho pero me han apoyado con sus likes y comentarios).

He leído en los diferentes foros y páginas de anime la polémica de los diferentes grupos. ¿Qué es anime? ¿Qué es manga? ¿Cuando un otaku es verdadero? ¿Cuando como dirían los metaleros es un
posser? (Un fan que sólo haya visto series populares se puede llamar un verdadero otaku) De mi experiencia en el grupo de
lectura de Kindle he advertido que la respuesta es más complicada de lo que parece. Porque en un comentario visto hace un mes, un fan inadvertidamente estableció que un anime
es un dibujo animado hecho en Japón. Tal vez, hace veinte años, le hubiese dado la razón, hoy en día no puede estar más equivocado.
La globalización ha provocado cambios interesantes en todas las industrias, incluyendo la animación tradicional. Del otro lado del pacífico, en la península de Korea, numerosos artistas se han dedicado a replicar el éxito del Sol Naciente, lo que ha dado lugar a numerosas series en papel (manhwa), que se han tornado populares en Japón. Entre las muchas propuestas cabe destacar Black God.
Serializada por la revista de Square Enix en su revista Young Gangan (parte de Gangan Comics); la serie del género senien fue creada por Lim Dall-young e ilustrada por Park Sung-woo. Con 19 volúmenes, este manga se extiende desde el 2005 hasta el 2012, su éxito motivo al poderoso estudio Sunrise a realizar una serie animada que se extiende durante el invierno y la primavera del 2009 bajo el nombre de Kurokami: The Animation. ¿Pero de que trata esta serie?
Ojo Spoilers!
Keita Ibuki es un diseñador de programas (un estudiante en la versión animada) huérfano a temprana edad, que por accidente conoce a un Tera Guardian conocida como
Kuro (por eso el nombre de
Kuro Kami que no se debe confundir con
Medaka Kurokami de
Medaka Box). Debido a un accidente que sufre durante una pelea, la criatura sobrenatural se ve obligada a llevar a cabo un pacto con el joven para salvar su vida. Aunque al principio en contra de su voluntad, los jóvenes lentamente aceptan su condición y su relación, convirtiéndose en un equipo que lucha en conjunto contra la adversidad y el destino.
Ojo Spoilers!
Resulta ser que detrás de
Kuro existe un secreto oscuro. Su familia y su clan fue asesinado por su hermano
Reishin, al cual ella persigue sin descanso desde entonces. Esto en conjunto con una habilidad sobrenatural latente en los seres humanos (el sistema
doppleliner de tres copias, la maldición que provoca la desaparición de dos de las copias cuando se encuentran, el establecimiento de un
Main Root como la reunión equitativa de toda la suerte del original y el
Minus Root cuando un residuo recibe estas características) debido a una antigua maldición provoca que ella siempre se encuentre a oscuras sobre la verdadera intención de su hermano detrás de este evento.
Ojo Spoilers!
Con su hermano asociado con un grupo económico de gran importancia (
Grupo Kaionji), el primer arco trata sobre la explicación del elemento sobrenatural que compone el pacto maldito. En el primer enfrentamiento contra su hermano,
Kuro es derrotada pero su hermano, pero este es traicionado por el grupo, que ha pactado con un
Tera Guardian que desea matarlo para vengar la muerte de los suyos en Okinawa.
Ojo Spoilers!
El juego del gato y el ratón continúa en la segunda temporada, donde la acción regresa a Tokyo y de nuevo al hogar de los
Tera; donde se descubre el oscuro secreto que envuelve la vida de
Kuro, así como se explica la razón por la cual su hermano ha llevado semejante masacre en contra de su familia. De esta forma,
Kuro y
Keita deben enfrentar de nuevo a
Reishin, que está vez trae un compañero de pacto que resulta familiar para sus rivales. En el enfrentamiento final literalmente
Kuro debe enfrentarse a ella misma al cuadrado (y por poco al cubo).
Fin Spoilers!
Lamentablemente para esta serie, al ser tomada por Sunrise, mucho de su contenido se vio reducido a un simple hecho; ¿que tanta pelea se puede colocar en menos de veintiséis episodios? Con mucho fanservice, muchas escenas de relleno y al menos dos episodios de fillers; este esfuerzo por generar un producto antes de su conclusión condena la animación a una vista rápida, algo que considero que no merece por la profundidad de ciertos conceptos involucrados en su puesta en escena. La propuesta, donde se pone en entredicho el papel del destino contra la libre voluntad, sirve como marco para las peleas. Esto combinado con el hecho de que la mujer sea la que pelea, le resto muchos seguidores (22 episodios y dos fillers explican muchas cosas).

Para bien o para mal, este no es el primero de los casos donde ha existido contribución entre Japón y Korea. Debemos recordar que durante cincuenta años la península fue colonia del Imperio Japonés. Aún con el esfuerzo realizado por este pueblo por establecer su idiosincrasia y diferenciarse de sus antiguos maestros; la fruta nunca cae lejos del árbol. Ejemplos como Los Simpsons, la película de las Tortugas Ninjas y otras contribuciones en otras áreas muestran la capacidad koreana en el área de la animación. No nos debe extrañar en el futuro que sigamos viendo estas contribuciones, que el anime y el manga ya no sean exclusivos del Imperio del Sol Naciente.