[Reseña] Netflix GLOW; Gorgeous Ladies of Wrestling

¿Quién de ustedes se acuerda de GLOW?

Me da pena admitirlo, pero alguna vez en mi vida fui joven, y estúpido, e impresionable. Antes de que siquiera tuviese una idea sobre la “estereotipación femenina”, la tipificación de género, de raza y de condición; yo era un adolescente a principios de los noventa que estaba a punto de ingresar a la Universidad. Antisocial, disoluto, con una gran capacidad para la lectura pero que todavía no se había formado una idea sobre la vida. Por supuesto, entre la programación que yo admitiría haber visto en mi vida (Robotech que me introdujo al mecha, algún otro anime que transmitían en televisión, las series que repetían los cinco únicos canales del país), existe programación que me da pena admitir que consumía con mucha devoción. Así como la mayoría se despertaba a las 6:00 am para ver Supercampeones (Oozora Tsubasa en su máxima gloria), yo corría desesperado para ver por canal 4 el siguiente episodio de GLOW.
Betty Gilpin como Debbie Eagan, disfrutando de la lucha libre por primera vez.

Gorgeous Ladies of Wrestling
fue un programa de lucha por televisión como muchos otros que existían en ese momento, la diferencia residía en que todas las luchadoras eran mujeres. Por todo lo demás, todos los elementos de la lucha de finales de los 80 y principios de los 90 estaban ahí, Discriminación racial, chequeado, tipificación femenina, chequeado, estereotipos descarados, chequeado, sexualización de la mujer, chequeado. Con un argumento pobre y una lucha que ahora me da mucho que desear, por una hora podías disfrutar de mujeres en mallas, brillos y colores, exponiendo a través de una interpretación exagerada el mal gusto que dominaba Estados Unidos y Occidente en general. Pero diablos, era bien divertido. Cuando eras un perdedor que no tenía razón para salir el fin de semana por supuesto que las veías, cantabas su estúpida tonada y te divertías con sus aventuras.
Una práctica de lucha entre las protagonistas. ¡Mmmm!
Por eso, cuando Netflix anunció la serie, yo me comí las uñas por la espera. Eso que no soy persona de series. A mi poco me importaba que sus creadoras fueran de la nueva ola feminista ni tampoco que en su elenco no hubiesen “pesos pesados” (Alison Brie y Betty Gilpin han tenido papeles secundarios destacados pero no protagónicos y Marc Maron es un comediante que hasta ahora se anima a salir como actor). ¡Yo tenía que ver eso! Y aunque pensé que iba a contemplar una comedia (y me reí mucho), lo cierto es que me tocó una fibra que no se me suele activar nunca, la nostalgia. ¿Por qué fue eso?

1) GLOW es contradictoriamente feminista

Viva el poder negro.
La mayoría de las series o películas que tratan con la nostalgia de otras eras suelen llevar los criterios de los tiempos que vivimos a dichas eras. GLOW no se disculpa de ello, dibujando una caricatura de la década de los 80’s en su máximo esplendor. La serie refleja a una América chovinista, machista y repugnantemente conservadora, donde un grupo de muchachas (que incluyen al menos cuatro actrices fracasadas, una modelo de formas, una prostituta, una estudiante universitaria y otras) se cuela en esta última oportunidad para salir en televisión. Conforme la serie viola y pisotea la condición de la mujer, la trama expone las peripecias, condiciones y decisiones que ellas deben tomar para salir adelante en el cruel medio del espectáculo de esa era. Esta lucha la que torna la serie como un clásico feminista y liberal, lleno de momentos que pueden herir sensibilidades muy conservadoras. Ahí es donde reside la parte cómica de toda la serie.

2) El montaje es excepcional

Existe algo claro al ver esta escena, todas estas “ilustres desconocidas” han estado en pantalla y podríamos reconocerlas si nos esforzamos un poco.
Tal como sucedió con la serie original, GLOW se compone de un grupo multicultural de actrices, luchadoras y modelos de diferentes estratos sociales y culturales. Además de las titulares Allison Brie (Mad Men) y Betty Gilpin (Nurse Jackie), hay varias luchadoras (Sydelle Noel y Kia Stevens como las más destacadas), una ex-American Idol (Jackie Tohn), una que otra escapada de un clásico en la forma de Ellen Wong (Scott Pilgrim vrs. The World) y una cantante que se dio a conocer por MySpace (Kate Nash). Todas ellas forman un grupo variopinto con diferentes experiencias que se combinan muy bien para darle a la serie esa combinación de novedad, inexperiencia y sobreactuación que hacían especial a la original. 

3) Los mensajes subliminales

Ni siquiera tiene wiki, pero Britt Baron demuestra que no hay papel pequeño.

La habilidad de quien escribe o crea de una obra de ficción reside en la forma en que transmiten el mensaje, GLOW no es la excepción. De la mano de Liz Flahive (Homeland) y Carly Mensch (OITNB), a través de sus diez capítulos el espectador puede observar un agresivo mensaje feminista y liberal que apenas se puede notar. Los eventos rutinarios en la vida previo al ensamble y la salida al aire de la serie están llenos notas a tomar en cuenta. Esta interacción de las chicas con su medio y con los problemas a los que se han visto expuestos (y sus reacciones) es la que inyecta la parte dramática que a cada rato nos expone a los bienvenidos giros que sacan al espectador de su zona de confort.

4) Mallas, ligas, brillos, estereotipos y permanentes

¡Yo te quiero… patear el trasero!
No es casualidad que GLOW haya sido exitosa, a quién no le gusta ver a un grupo de mujeres dándose de madrazos en un ring; semidesnudas, confidentes y gloriosas. A pesar de que el mismo elenco no representa a la “mujer perfecta”, esa sensación de poder y sensualidad se transmite a la serie, lo cual me trajo recuerdos nostálgicos de un pasado que pensaba olvidado.

5) Sembrando la semilla del mañana…

Si Alison Brie no les recuerda a alguien, nunca vieron GLOW, ¿verdad coronel?
No hay trama más complicada ni más sencilla que representar una obra dentro de otra obra. GLOW lleva a cabo esto de forma magistral, donde hasta un neófito puede comprender la forma que funciona el mundo del espectáculo (drogas incluidas). Los estereotipos, las mentiras, el doloroso proceso de producción, la recopilación de patrocinadores y convencer a las cadenas, todo eso está presente. Mientras la vida atropella a los protagonistas y el drama cambia la condición de los eventos, todo esto suspende la realidad para el desenlace final que nadie espera. Y al final, en el mejor estilo de esta cadena de televisión de Internet, nos dejan esperando por más.

¿Y cómo terminará esto?

GLOW es uno de esos deliciosos secretos que llevó guardado por años. Cuando uno llega a cierta edad retroceder en el pasado te lleva a una era más sencilla, donde las alegrías eran más duraderas y las tristezas menos severas. Por eso admito, yo vi GLOW. Yo también disfruté mucho esta adaptación, esta comedia dramática que me llegó a lo profundo de mi frío y distante corazón. Así que si ustedes disfrutaron alguna vez de este show les recomiendo que lo vean. Y sino, también. Tal vez así hagan segunda temporada.

  • Me convenció tu post Carlos, la veré. Saludos.

  • Despierta memorias remotas, pero yo sí tenía vida jaja
    No, no veía esa serie ñ

    • Tenia que ser Bimago. Si, son viejos recuerdos revividos.