[Reseña_Anime] Aquarion, Genesis con tono de Requiem

Bueno, demasiados personajes. En primer plano la forma Solar Aquarion (la forma principal de la serie). En el centro, de izquierda a derecha, arriba Pierre Vieira, Reika Hong, Rena Rune, Sirius de Alisia y Jun Lee; abajo Tsugumi Rosenmeir, Apollo, Silvia de Alisia. Abajo los módulos del Aquarion, Vector Mars, Vector Sol y Vector Luna



Los quince minutos de fama alcanzan hasta…

Shoji Kawamori es sinónimo de éxito, bueno por lo menos lo era a la vuelta de este siglo. Sólo la existencia de toda la saga Macross le ha garantizado una inmortalidad merecida tanto de este como del otro lado del Pacífico. Uno de los diseñadores de mechas más prolíficos de esta generación, un director reconocido con un distintivo tono positivo para todas sus historias y uno de los grandes cuenta cuentos del anime; su trabajo es admirado por un grupo de devotos admiradores, porque ha conseguido la combinación perfecta entre la música, la animación y la historia para llevarlas a un desenlace envolvente, un mensaje de paz por encima de la guerra y de que elementos intangibles como la música o los sentimientos pueden sobreponerse a todo lo que los rodea. “El amor siempre encontrará la forma de ganar” es uno de los mensajes silenciosos de toda su obra. Sin embargo, a pesar de la admiración que siento por su trabajo, debo reconocer que no todo lo que sale de su mente son rosas.

¿Alcanzarán 25 capítulos para tantos personajes?

La saga Macross siempre ha sido la prioridad de este director, pero después de terminar Macross Zero tuvo un período de aproximadamente dos años hasta la celebración del 25 aniversario de la serie en donde no había nada que hacer más que reunir dinero para su siguiente proyecto (y convencer a los anunciantes). Así que durante el año 2004 este le puso el ojo a varios proyectos. El primero fue un contrato con la Bandai para el desarrollo de mechas de una serie particular, Eureka Seven. El segundo fue dentro de su mismo estudio, una idea “original” de “ángeles y robots” en un mundo futurista destruido por un gran “cataclismo” (¿dónde he escuchado yo eso antes?). Bueno, bajo la dirección del mismísimo Shoji Kawamori, la música de Yoko Kanno y la animación del estudio Satelight; Aquarion es transmitida por TV Tokyo (competidora de la TBS) a partir del 5 de abril del 2005. Pero esta serie fue la confirmación de que repetir la fórmula no siempre es bueno, sin importar si eres un director afamado o no.

Inicio! Spoilers!

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Fin! Spoilers!

Un éxito que no debió ser…

¿Cuáles son las lecciones que podemos sacar de esta serie? La serie no es mala, la animación es muy buena, los efectos por computadora son geniales, los personajes están bien diseñados y desarrollados, el doble giro de la trama con la voltereta mortal del Árbol de la Vida fue interesante. El problema que tiene la serie es de orientación. Con tal de aprovechar el impulso y la inspiración de su pasado, Shoji Kawamori decidió desarrollar un híbrido de serie entre Real Robot y Super Robot, el cual no me caló (para los japoneses va por la tercera entrega). ¿Cómo puedo decir esto? Si uno conduce un estudio de la última década con los aficionados del género de robots (o general) la lista de las series que recuerda el público occidental poseen nombres (específicos). Tegen Toppa Gurren Lagan (una serie Super Robot invencible) todavía tiene adeptos que ponen memes periódicamente. Algunos conocedores hablan de Eureka Seven como serie destacable (lo cual es realmente meritorio por lo que involucra la serie); todavía se siguen emitiendo los OVA’s de Code Geass R3 aunque la serie termino ya hace más de un lustro. Aquarion tiene secuela (Aquarion Evol) y otra en progreso; pero no existen muchos comentarios ni recuerdos en la red. ¿Cómo puede ser eso posible? ¿Qué sucedió en Occidente?

Comencemos por la premisa. ¿Qué otra serie ha tenido referencias religiosas, mechas, ángeles gigantes y una humanidad destrozada por un evento cataclísmico? Si vemos a Genesis of Aquarion como una reimaginación o un homenaje de Neon Genesis Evangelion, la serie se queda corta. No es que el clásico sea mejor, sino que la premisa carece de profundidad para causar el impacto en el espectador. Las peleas están bien animadas pero a veces son aburridas, los personajes son mejores (más profundos y mejor desarrollados aunque hace falta más trama para conocerlos mejor). En si, la serie carece de la sensación de pérdida en un final que debería ser horrible y terminal, termina con una vana esperanza en un futuro lejano. Ni siquiera la vivisección de un ángel o la muerte de un amigo deja esa sensación de pérdida, a pesar del llanto de sus hermanos ángeles o la congoja de los protagonistas (que llega a la psicosis).

Sigamos con los personajes y la trama. Los personajes están bien definidos, pero algunos son demasiado rebuscados, con poderes que no se ajustan a las necesidades de su Robot Gigante. Si, porque Aquarion es un Super Robot, los pilotos casi no usan las manos y cada minuto dicen la técnica que van a llevar a cabo, con una máquina que es completamente invencible a menos que alguna de sus partes se pierda. Poderes como la explosión del corazón, el poder de la depresión, la absorción vampírica y otros efectos son guiños al espectador para seguir la obra en lugar de invertir tiempo en explicar mejor lo que importa, la base de la trama, el amor prohibido entre un ángel (Apollonius) y una humana (Celliane). Esto incluido el giro final de la trama, donde la reencarnación de Apollonius salta indistintamente de los coprotagonistas al robot. Tal como dice Dogbert, uno queda consultado, “confundido e insultado” con el giro de la trama y el desenlace, en donde un prefiere dar la espalda en lugar de esperar 12.000 años para saber que sucede.

En tercer lugar y no menos importante, está el espinoso asunto de Macross/Robotech. El ban de Harmony Gold influye para que pocas casas intenten comprar los derechos. No es por nada que Funimation la tomara para el 2006, pero la gran pregunta es como afecta esto el desarrollo de la serie, o la inversión correspondiente. La crítica no fue gentil en occidente, pero eso sucede cuando uno enfrenta diferentes culturas con un mismo producto. Tal vez esa sea la combinación que hace que por lo menos en mis consultas esta obra me llegara de casualidad y no fuese más pervasiva en la mente popular occidental.

En conclusión, Genesis of Aquarion es un punto aparte en la carrera de Shoji Kawamori. A partir de este momento, notamos que el director no es un midas ni una mina de oro sobre la cual basar la confianza. Lamentablemente esta es una de sus pocas historias “olvidables”, que se reinvindicaría dos años después con Macross Frontier, un éxito en ventas, en música y taquilla, que formó a una nueva idol en Japón y estableció una fama merecida. De aquí en adelante los proyectos que ha dirigido (AKB0048, las películas de Macross Frontier y Aquarion Evol) muestran que el afamado director ha llegado al cenit de su carrera. Ahora la pregunta es, ¿podrá superar este nadir en su carrera como lo hizo Hayao Miyazaki con Spirited Away?, ¿o caerá a la decadencia del olvido como Yoshiyuki Tomino en Gundam Recongista in G? La respuesta a esta interrogante sólo la dará el tiempo.