Jumping the Shark II: Cuando los cómics meten la pata

“Saltar el tiburón”. Para definirlo de forma simple, se refiere al momento cuando un programa de televisión que ya lleva demasiado tiempo al aire hace un cambio drástico en un intento (desesperado) por mantenerse fresco. En otras palabras, cuando ya los guionistas se quedaron sin ideas o el argumento original de la historia ya esta resuelto, pero los productores intentan mantener su fuente de ingresos funcionando.A raíz del artículo titulado Jumping the Shark, Los cambios NO son buenos  (escrito por nuestro compañero del blog, Carlos Molina) me decidí a escribir esta continuación donde quiero mostrar algunos de los tópicos usuales por los cuales los cómics saltan el tiburón.  Aunque no es necesario para entenderlo haber leído el artículo anterior, si se los recomiendo, a mi me hizo pensar en cómo el animé Saint Seiya Omega saltó directamente a la boca del tiburón y me motivó a investigar más sobre el tema.

Dicho esto, comencemos.

Knights of the Dinner Table #151 se dedicó completamente a explorar las formas de cómo se saltarían el tiburón.
Knights of the Dinner Table #151 se dedicó completamente a explorar las formas de cómo se saltarían el tiburón.
“Saltar el tiburón”. Para definirlo de forma simple, es una metáfora que se refiere al momento cuando un programa de televisión que ya lleva demasiado tiempo al aire hace un cambio drástico en un intento (desesperado) por mantenerse fresco. En otras palabras, cuando ya los guionistas se quedaron sin ideas o el argumento original de la historia ya esta resuelto, pero los productores intentan mantener su fuente de ingresos funcionando.

Esta expresión se origina en un episodio de “Happy Days“, una longeva serie de televisión estadounidense de los años 50. En dicho episodio, el más popular personaje de la serie (Fonzie) literalmente salta sobre un tiburón en una secuencia sobre skies acuáticos. Un momento que, aunque el actor defiende, quedó para la historia como la frase más temida para un productor.

La  famosa secuencia que dió origen a la expresión.
El cómic occidental, lo mismo que su hijo, el manga japonés, como representaciones figurativas de la realidad que vivimos, no estan excentas de estas situaciones. Desde personajes tan poderosos que acaban con la renuncia voluntaria de la incredulidad del lector, pasando por los rellenos asesinos (del cual se habló en el artículo “Fillers: el asesino indeseable del animé“), o la  aparición de personas de la vida real. Hay varias maneras en que se produce este fenómeno, pero los tres modos más comunes en que según los conocedores se da esta situación son:

1- Un personaje protagónico o popular es removido. A veces simplemente lo “matan” de forma burda e insatisfactoria. Usualmente el personaje introducido no es tan carismático como el anterior. Un claro ejemplo es la comediaTwo and a half men” cuando a raíz de los problemas personales entre el protagonista de la serie (Charlie Sheen) con el productor del programa, terminó con el despido del primero y su polémico reemplazo (por Asthon Kutcher). Un caso típico donde la vida real escribe el argumento del programa, con sus consecuencias predecibles.
Near el reemplazo de L o cuando un personaje popular es removido
El torpe intento de reemplazar a “L” se convirtió en uno de los puntos más criticados del manga “Death Note”
 Ejemplos sobran: Jean Grey (X-Men) por Rachel Summers y luego por Hope Summers. L (Death Note)  por Near. Sasuke (Naruto) por Sai, etc.

2- Un nuevo personaje odioso es introducido.  Por alguna razón (o hasta sin razón) el nuevo personaje directamente se gana el odio de los seguidores. Si algunos personajes populares poseen su propio “fandom” (reino de fanáticos) podríamos decir que estos personajes se ganan su propio “hatedom” (reino de odiadores) El mejor ejemplo podríamos tomarlo de los cómic Post-Crisis de Batman, cuando se creó el personaje de Jason Todd para ser el nuevo Robin. No solo se ganó el odio por lo descrito en el punto 1, sino que la forma en que fue escrito lo hacia ganarse el odio de los lectores, al punto que tras una votación popular fue torturado hasta la muerte (y violado, no estoy seguro en qué orden) por el Joker.
La muerte de Jason Todd o cuando un nuevo personaje es introducido y odiado.
Todo el odio que el público sintió por Jason Todd creó uno de los cómics definitorios de Batman.
Múltiples ejemplos hay en diversos cómics: Wonder Man (West Avengers), Barbara Gordon (NuDC 52), Hawk and Dove (en casi todas sus versiones), Vibe (Justice League), Cassandra Sandsmark (Wonder Girl III), Hellion (X-Men), y la lista sigue y sigue…
3- Reemplazo de argumento. El concepto original de la serie se pierde o cambia drásticamente. Otra opción a este cambio se da cuando los personajes “mudan” a vivir en un nuevo vecindario, con los cambios consecuentes de este hecho. En el álbum Astérix and the Falling Sky desarrolla completamente este salto al tiburón, donde cambian tanto el enfoque, como el tema y el tono del cómic, al convertirlo en un collage de referecias de la cultura pop y ciencia ficción. Como es sabido, Astérix se identifica como un comedia histórica…
Future Foundation o cuando hay reemplazo de argumento
Future Foundation: una genial idea… si tan solo hubiera sido usada para OTRO cómic y otros personajes.
 Otros ejemplos: Thunderbolts (Marvel Cómics), Pokémon (la temporada Jotho), Metal Men (DC comics), Green Arrow (NuDC 52), Future Foundation (el reemplazo de los Fantastic Four tras la muerte de Human Torch), y sigue…

Otros ejemplos de Salto al tiburón:

  • El guionista pone demasiado de sí mismo en la historia en su detrimento.
  • Intentos de emular un evento asombroso ya utilizado en la historia.
  • Un romance que rompe y se reúne constantemente.
  • El nacimiento de un bebé repentinamente vuelve “estúpidos niñeros” a todos.
  • Se resuelve el conflicto principal de la historia… solo para que después se descubra que no se ha resuelto.
  • La aparición de un “gemelo malvado” o el “hermano perdido”.
  • Resucita un personaje cuya muerte era importante para la historia o épica.
Hay tantas variantes del salto que se necesita de un sitio como Jumptheshark.com para poder listarlos todos, pero me parece que ya te habrá quedado claro el punto y probablemente hasta ya te han llegado nuevos ejemplos a la cabeza.

Saint Seiya Omega o cuando un animé salta al tiburón
De cómo un animé legendario se convirtió en una burla.
En fin, sorprendentemente lo que en apariencia no terminan de entender los productores y guionistas, es que los consumidores hoy día son cada vez más avispados para detectar cuando les están metiendo gato por liebre, por lo que fácilmente detectan cuando un producto salta al tiburón y lo rechaza, abandonándolo de inmediato. Esto lo demuestra este estudio How Does Shark-Jumping Really Affect Audience Numbers? efectuado sobre el múltiple laureado programa “Battlestart Galactica“.

Irónicamente, en lugar de ser el momento de catapultar una serie a nuevos éxitos, para la mayoría de estos  la decisión de Saltar el
tiburón
representa el momento de caer en picada hacia el olvido. Así que les dejo este consejo si quieren escribir un cómic: eviten a toda costa saltar al tiburón. Y si lo deseas, escribe en los comentarios un ejemplo que te venga a la memoria de cuando una serie que viste saltó al tiburón. ¡Nos leémos!
  • Esta bastante más completo que el mío, lol! La verdad es que el Saltarse el Tiburón es algo que sucede a cada rato, más en estos tiempos en que nada nuevo sale. En el reciclaje, los cambios de mando y otras torpezas, el dinero termina imponiéndose y puede que lo que salga no sea correcto o sea rechazado. Es un riesgo, y mientras los que manejan el dinero quieran lo seguirán haciendo.

    • Ya ves lo que se puede hacer con motivación y tiempo suficientes 😀