[Reseña Anime] Ai Yori Aoshi, o como es la mujer ideal de Japón

La madre de un piloto de la Armada, que resultó ser mi alumno, me visitó hoy. De pronto entró en mi jardín. Al ver su sonrisa resplandeciente pensé que traía buenas noticias. De pie en la tierra, comenzó a hablar de forma natural sobre el clima, el racionamiento y las comunicaciones. De repente me dijo: “Mi hijo tuvo el honor de morir por su país”. No supe que decir, asombrado por sus súbitas palabras. Observé su rostro, que aún no había perdido la tranquilidad. Entonces, con un destello de ira que iluminó sus ojos, dijo: “Señor Aikawa, ¿cree usted que mi hijo habrá abatido al menos un avión enemigo?”. Esa mirada dura apenas duró un segundo, y de nuevo volvió a ser la gentil madre japonesa con una sonrisa, esa famosa sonrisa que nunca desaparece de los labios, ni siquiera con la muerte de un ser querido.
Takaaki Aikawa

No existe nada más espeluznante, más atemorizante y más amenazador para la mujer occidental moderna que la “Yamato Nadesico”, la mujer perfecta japonesa, el epítome de la pureza y belleza femenina. Esta criatura en vías de extinción es mujer, joven, menor de veinte años. Debe ser tímida, callada y con valores destacados; tales como la buena cocina, diligente en las labores domésticas, frugal con las palabras y que conozca su lugar frente a los hombres y la sociedad. No solamente esto, debe ser obediente de las normas familiares, respetuosa de sus padres y obediente ante su esposo/prometido, sin importar cuanta otra mujer o persona se interponga en su camino. Es increíble que en el momento existe todavía criatura alguna que represente este ideal, por esto es que Ai Yori Aoshi es una obra contraintuitiva de la heroína del anime moderno.

Kou Fumizuki, un autor de manga que se había destacado en revistas para mayores de edad, fue contratado por la Young Animal (una revista manga al estilo Maxim o Soho, con modelos en ropas mejores y mangas) comenzó por el año de 1998 el desarrollo de una serie con una premisa singular, Ai Yori Aoshi (Bluer than Indigo o Más Allá del Azul). Para la sorpresa, su versión de harem que combina una creciente tensión sexual entre sus protagonistas así como su frecuente exposición resultó lo suficientemente exitosa para que cuatro años se lanzara la versión anime de la serie. De la mano de J.C. Staff y dirigida por Masami Shimoda, Ai Yori Aoshi es emitida por Fuji TV a partir del 11 de abril del 2002. Pero la pregunta que me hice en cuanto la vi (y la pregunta general de los espectadores) es como una historia con esta premisa podría tener éxito. Después de todo, estamos hablando de uno de los modelos más tradicionales que tiene Japón. ¿Como funcionaria una historia de harem con semejante premisa?
Inicio! Spoilers!

Kaoru Hanabishi es un estudiante universitario normal, pero tiene un problema. Durante toda su vida se ha sentido solitario, y en su segundo año de universidad él ve con cierta envidia a sus compañeros que tienen novias normales y pasan por relaciones. De pronto, mientras espera en una estación del metro, él se tropieza con una “Yamato Nadesico”, un ejemplar de mujer femenina japonesa perfecta, la cual pierde su calzado. Después de repararlo este la lleva a encontrarse con la persona que ha querido ver toda su vida, pero cuando llegan a la dirección encuentran un lote baldío. Este la hospeda en su casa y cuando le dice su nombre ella se lanza sobre él. Su nombre es Aoi Sakuraba, su antigua prometida en matrimonio, pero que al ver que la boda se había cancelado viajo hasta Tokyo con tal de reunirse con su adorado Kaoru. Aunque ella desea que el regrese a su hogar, este se niega por el doloroso pasado que lo atormenta.
Ojo! Spoilers!

Debido a que no tiene lugar donde quedarse, Aoi se queda temporalmente con Kaoru, provocando los típicos malentendidos normales en un seinen. Durante los días que ella se queda se conoce que Kaoru es el hijo del heredero de la familia Hanabishi, pero lamentablemente su familia jamás reconoció a su madre. Su abuelo, un estricto y anticuado japones, trató de hacer que él olvidara a su madre, pero cuando esta murió el se auto-exilio de su casa para vivir en Tokyo. Cuando la familia Sakuraba manda a Miyabi Kagurazaki para recogerla, ella se niega a moverse de su lado. Finalmente ella convence a su madre, la cual la libera de responsabilidad y le permite quedarse con su amado, pero con ciertas reglas.
Ojo! Spoilers!

Bajo la fachada de la dueña de un albergue para estudiantes, Kaoru y Aoi continúan su relación a escondidas con la supervisión de Miyabi. Sin embargo las cosas se complican cuando dos miembros del club de fotografía se integran a la vida de la casa. Tina Foster (una americana criada en Japón) se integra como inquilina y Takeo Minazuki (una muchacha criada por su madre) se une como doncella de limpieza al albergue. Esto provoca numerosos malentendidos, pero la vida continúa con una dosis grande de humor debido a las diversas personalidades que conviven en el interior de esta casa.
Ojo! Spoilers!

El equilibrio se rompe cuando Mayu Miyuki llega a la universidad. Una vieja conocida de Kaoru, que se encontró por primera vez cuando cumplió 12 años, ella tiene un amor de primavera hacia él porque siempre la ha acompañado durante su vida. Lamentablemente, su impulsividad, su agresividad y su juventud (se comporta como una niña), tambalea la relación entre Kaoru y Aoi durante cuatro episodios. Sin embargo, la perfecta forma de ser de Aoi permite pasar esta tempestad, aunque su falta de fuerza le impide separar a esta joven del grupo.
Ojo! Spoilers!

La situación se pone más tensa cuando en un viaje de verano a la comunidad de Takeo. Allí los amigos son recibidos por Chika Minazuki, una hiperactiva chiquilla con una gran energía y aficionada a la natación (lo que explica su bronceado delineado). De inmediato ella intenta por todos los medios de jugar de cupido porque ella puede notar los sentimientos nacientes de Takeo hacia Kaoru, y hace todo lo posible por hacer que ella declare sus sentimientos. Al final, la tímida doncella se aparta de la competencia pero Chika sorprende a todos en la despedida, al abrazar a Kaoru y declarar que ella será su esposa si las demás no se cuidan.
Ojo! Spoilers!


Hacia el final de la serie, se dedica un capítulo completo para que cada una de las amigas de Kaoru. Como espectadores presenciamos el deseo naciente de Tina para que Kaoru reconozca su amor, pero a diferencia de Mayu ella es demasiado tímida para dejar la relación de amistad que han tenido por años. Mayu constamente se tropieza con la aparente apatía de Kaoru (sin darse cuenta que en sus ojos solo existe Aoi), Miyabi y Takeo mantienen una distancia agradable en su relación con el muchacho y Chika se desnuda (involuntariamente) frente al joven. Todo esto mientras Aoi se preocupa, recela en silencio e intentan mantener su relación secreta sobre ruedas de todas las formas que puede (incluyendo el uso de traje de baño y ropa occidental).
Ojo! Spoilers!

En los últimos tres capítulos, Aoi es llamada por su padre. Él necesita casar a su hija para fortalecer su posición comercial, por lo que termina la charada. A pesar de deber su obediencia a la familia a la cual sirve, Miyabi conspira con los amantes para que ellos huyan y sean felices. Para su sorpresa, los dos deciden enfrentar al padre de Aoi. Kaoru se disculpa por su cobardía, explicando que nunca ha tenido una relación sencilla con la familia Hanabishi por el no reconocimiento de su madre como pareja apropiada, y de que él va a luchar para conservar a las personas queridas por él a su lado. Aunque el padre de Aoi se retira furioso, la madre de ella aclara que él no rechazó al muchacho, lo que significa que ha aceptado la relación. Los jóvenes regresan a la casa de huéspedes, donde son recibidos por los inquilinos. Y con la incorporación permanente de Chika, la familia se hace más grande.
Ojo! Spoilers!

Staff de Ai Yori Aoshi, de izquierda a derecha, Takeo Minazuki, Tina Foster, Mayu Miyuki, Aoi Sakuraba, Chika Minazuki (abajo), Kaoru Hanabishi (arriba) y Miyabi Kagurazaki
En el OVA, cada uno de los protagonistas expresa los sueños que tienen para futuro. Tina quiere ser domadora, Takeo desea ser aeromoza, Miyabi desea ser florista, Mayu tiene un sueño muy grande para ella. Cuando le preguntan  a Aoi que desea ser ella exclama que desea ser novia. Mientras observan las flores de cerezo caer (están en primavera) Aoi y Kaoru confirman su amor ante el desorden de sus compañeras de vida.
Fin! Spoilers!




Una de las grandes virtudes de la obra es que aunque es una que bordea el ecchi (lo que sería un gran anticipo del ataque de este género de mediados de la década pasada) y que involucra a numerosos estereotipos femeninos dentro de la obra (la americana extrovertida, la inglesa restregona, la discreta doncella tetona, la moderna ejecutiva y la hiperactiva chiquilla), todas ellas conservan una cualidad destacable que enaltece a la figura de la perfecta señorita japonesa, Aoi. En lugar de servir como una antagonista, todas ellas la toman como una amiga, comparten con ella y se unen a su alrededor y a Kaoru como una familia. Esto hace que una obra con una gran tensión sexual tome un carácter familiar, y que las bromas relacionadas con la piel pasen desapercibidas o sean tomadas como parte de las extremidades. Aunque la debilidad de Kaoru y la timidez de Aoi, combinado con el hecho del secretismo de su relación, les impide deshacerse de su familia, pero ellos no lo desean porque esa relación los enriquece.




Sin embargo, lo que le da fuerza a la obra también la debilita. No existe la mujer perfecta y Aoi es demasiado perfecta para la sociedad japonesa y para el mundo occidental. Aunque es respetuoso con este precepto (con respecto a la obediencia que Aoi le debe a su padre a pesar de su resistencia a obedecerlo), el autor muchas veces olvida o pierde de vista el problema básico de su premisa, que no existe nadie perfecto. Por lo tanto, Aoi no expresa celos, ni rencor, ni enojo; por la incorporación sucesiva de mujeres en su vida. Es más, ella se hace amiga de todas sin ningún problema, a pesar de que por dentro la consume la duda y la desesperación. Tal como se vio en el comentario, la falta de expresión y timidez de Aoi conspira para que sus amigas pretendan a quien ella decidió que sea su esposo. Y aunque esto ocasiona una gran tensión, al tiempo cansa al espectador, porque mientras continué la tensión la tinta sigue rodando. Y en este caso rodó hasta el 2005, cuando la serie termino. 




Con una segunda temporada en el 2003, Ai Yori Aoshi queda como una obra interesante, pero demasiado enfocada en los estereotipos que los japoneses poseen de su sociedad y de la sociedad occidental. Más que una crítica, es una caricatura. Porque la única ambición de Aoi ha sido estar junto con su amado para servirle como devota esposa y futura madre. Aunque es una buena adaptación, no es apta para mujeres modernas, so pena de encontrar su femineidad perturbada por la susodicha perfección de la protagonista, que casualmente fue llamada Azul (Aoi) por su padre. Por eso la cita del principio, porque una mujer que esconde su verdadero ser, vive y muere con ese dolor en su corazón.


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