Elfen Lied, la explotación llega al animé

Desde el principio de los tiempos, el hombre ha sentido una gran atracción hacia lo que resulta grotesco, lo que le produce repulsión o lo que resulta prohibido. Desde los años treinta, con los filmes baratos en contra de la adicción a las drogas como la marihuana, pasando por el género de zombies, las películas de terror y otros numerosos géneros; la explotación ha llenado cines, ha producido millones y ha generado grandes ganancias para los inescrupulosos que exponen los puntos más bajos de la inhumanidad al gusto enfermo de la gente.

Conocido como Cine de Explotación, lo peor del caso es que en múltiples ocasiones pagamos por observar esto, con mucho gusto. La atracción por la sangre, nuestra enfermiza curiosidad de ver lo prohibido y de darle sentido a una vida que no posee el sabor que deseamos nos motiva a pagar y observar estas cosas una y otra vez hasta el final.

Japón no escapó de esta necesidad por lo prohibido. El contacto cercano con los norteamericanos debido a su ocupación y lo cerrado de su sociedad provoca que la sociedad mire el tipo de obras de explotación con ojos prohibidos, pero con un cierto gusto que para occidente podría parecer enfermo. Esto se ha traducido en obras del manga, pero muy pocas veces estas han podido dar el salto al animé. Hasta que apareció Elfen Lied.
Obra de Lynn Okamoto, esta fue publicada en la revista Shueisha Week Young Jump entre Junio del 2002 (si, también cumple 10 años) hasta agosto del 2005, en la forma de 107 capítulos y doce takobon.

A diferencia de otras series del género, el enfoque principal es la interacción entre una serie de personajes pertenecientes a diferentes razas, humanos y diclonii (mutantes de humanos). Estos últimos poseen una constitución similar a la del ser humano, con dos cuernos y la capacidad de crear brazos telequinéticos con los que pueden atacar a los enemigos llamados vectores.

En una guerra no declarada entre la raza humana y estas criaturas, la serie pone a prueba temas controversiales como la discriminación, la identidad, el prejuicio, el abuso, la venganza, los celos, el remordimiento y el valor de la humanidad, en un escenario cargado de violencia gráfica, desnudismo y profanidad.

Como toda persona limitada ante una obra desconocida de la que había oído solo por Internet, decidí gastar  dinero para observarla. En cualquier puesto de animé por encargo puede encontrarse esta obra puesta en escena en el 2005. Sin embargo, de primera entrada se siente lo apretado del presupuesto y lo mezquina que fue la puesta en escena de parte de la compañía Arms. Para una obra extensa como esta, doce episodios no fueron lo suficiente.

De esta forma, con una trama repleta de agujeros y problemas en el guión, muchos temas quedaron por fuera de tratamiento para tratar de abarcar al menos la mitad de la historia en sus cortos doce episodios. Con efectos por computadora mal diseñados, animación repetida, repleta de flashbacks de relleno que se repiten varias veces (en especial durante la niñez de Lucy), la obra intenta capturar al espectador por medio de su gratuita dosis de mutilación, sadismo, profanidad, traición y locura. 

Pocos personajes (específicamente Nana o Número 7 y la titular Lucy) logran alcanzar la redención a través de la obra por medio de un seguimiento de la receta de Joseph Campbell en “El héroe de los mil rostros”. Todos los demás, pasando por el personal científico hasta los compañeros de ambas protagonistas diclonii simplemente se encuentran allí para robar tiempo y situaciones sentimentales, confirmar las emociones expresadas en la obra y ‘robar cámara’.

Como buena serie de explotación, su utilidad en el mejor de los casos es para establecer una situación, en la peor es para servir como carne de cañón de ambas protagonistas; con miembros, extremidades y órganos saltando a la vista, explosiones gratuitas al por mayor, suicidios masivos y una inequívoca maldad; además de mostrar sin explicación una habilidad médica superior a la tecnología actual.

En lo personal, la serie revolvió mi estómago y me hizo sentir mucho sueño. A partir del capítulo siete, cuando comienzan los flashback, en lugar de animarse la serie comienza en un letargo sin sentido, en donde ni siquiera hay suficiente violencia gratuita para justificar el tiempo. Pecando del abuso en los flashbacks para explicar la relación entre la protagonista y su benefactor, estuve tentado más de una vez a apagar el reproductor. Pero, la curiosidad pudo más y pude llegar al final.

Para quienes gustan del gore, de la sangre, de las entrañas y la locura bizarra, esta serie es perfecta. Para los demás, mi recomendación es que si queremos justificarla mejor consigamos el manga. Porque la obra quedó mutilada, tal como la increíble cuenta de cadáveres que Elfen Lied ofrece al público para su enfermo deleite.

  • es una serie que se basa en el pasado si eso es lo que te aburrio es por que tu necesidad enfermiza como la llamas era mas grande, es una gran historia tu critica es bastante cerrada dedicate a otra cosa

  • sinceramente me quedo con el manga, el manga fue demasiado bueno para lo que hicieron con el anime :S

  • Hola, pues no soy fan del gore, no es de mi agrado pero tampoco hago menos una historia porque hay gore.

    Lo que si es que , Elfen Lied no es más que una mala telenovela, sin muchos pies ni cabeza, me lei por curiosidad tambien el manga y se me hizo aun peor que la serie, el final es una tonteria sin sentido, los personajes son estupidos, melo dramaticos, de arrpente aparece un tipo x que ni al caso y asi como entro muere de repente XD, coas así es lo que ves en ese manga.

    Lo unico que hace que la gente vea elfen lied es el morbo, que alegria que alguien más se da cuenta.

    Y digo esto porque he leido cosas sangrientas fuertes, pero que deberas tienen una historia detras bien desarrollada, una de ella es Battle Royal el manga, por dar un ejemplo.

    Saludos.

    • Es difícil hablar mal de una obra tan popular, pero la verdad es que este anime es malo. Los premios que recibió fueron producto de la popularidad. Por dicha no duró tanto, pero queramos o no esta corta obra ha quedado para la inmortalidad.

  • ¿De donde diantres sacas la definición de "explotación" para el "gore"?

    • Del cine clásico. Se denomina género de explotación a las obras de ficción que siendo de baja calidad, optan por explotar un taboo, los eventos violentos o las drogas para atraer al público. O no se te antoja que el incesto y la violencia exponenciada, los ríos de sangre y tripas que fluyen en esa serie no lo hicieron a propósito?

    • Que bien, yo tampoco sabía eso.
      Un buen aporte para añadir al post ¿no crees?

    • Se me paso. :p La verdad es que si puse una pequeña reseña arriba, pero no la llame por su nombre.