Una mirada no muy complaciente sobre el fandom brony: primeras aproximaciones

Siempre que existe demasiada uniformidad sobre un tema en particular, mi mente tiende a pensar que algo no está del todo bien.

No dudo que el consenso de opiniones, la unificación de criterios, y la convergencia de ideas, han producido grandes avances en el pensamiento humano y en la cultura en general, pero igualmente determinante para ese proceso, ha sido la disensión. Si no se rompieran las barreras impuestas por el pensamiento único, si no fuera por las críticas justas algunas veces, y audaces en otras, ciertamente nos habríamos quedado estancados en algún periodo de la historia. No es la discordia, sino la necesidad de aportar una perspectiva distinta la que me mueve. Pensar como la colmena da seguridad, pero arriesgarse fuera de ella sin embargo, es algo que está en la naturaleza misma del ser humano.

Dicho esto, se podrá entender porqué he considerado necesario dar una mirada diferente a lo que en estos momentos, es el fandom más numeroso (según ellos), peculiar y diríase, orgulloso de su propia condición: los bronis.

No voy a discutir el impacto que han tenido, ni  el número cuantioso que dicen tener, ni muchos otros aspectos que dicen tener. Sin embargo, a lo largo de estos recientes años, he tenido oportunidad de comprobar por mí mismo cómo es que son al interior de esta comunidad. No es mi intención satanizar ni mucho menos ensalzar personas ni colectivos, sino simplemente, dar un punto de vista que no implique una desmedida y redundante alabanza. Y por último, y no menos importante, tratar de racionalizar la postura contraria a dicho fandom, liberándola en la medida de lo posible de prejuicios, y sobre todo, cimentada en mi experiencia con miembros de dicha comunidad.

Comencemos pues, por la perspectiva de un servidor sobre el show en sí. Qué les puedo decir: no-me-gusta-My-Little-Pony (MLP en adelante). Lo he intentado de todo con este show: me vi tres temporadas completas y la película que sacaron el año pasado, pero nada de nada. No la odio: sencillamente no me llama la atención. No me atraen sus personajes, sus capítulos me parecen desprolijos, y la mitología de fondo muy desaprovechada, incluso para ser tan hechiza como ella sola. Ah y que conste que eso lo hice sólo para que luego no me vengan conque “uy, odias un show no conoces”.  Listo. ¿Todo claro con eso, entonces? Espero que sí, porque en caso de duda, volver a este párrafo.

Sin embargo el fandom es otro cantar. Considero que hay mucho pan por rebanar con ellos, comenzando por la imagen que tienen sobre ellos mismos. Tomaré como un pequeño ejemplo éste artículo escrito hace mucho tiempo sobre el tema que nos ocupa (a ser posible, hagan una pausa leyendo en este post y vayan al link):

Nadie sabe exactamente cómo ni qué pasó. La nueva edición del dibujo animado My Little Pony (en adelante, MLP), originalmente lanzado en los ochenta para promover una línea de juguetes de Hasbro, tiene como público objetivo evidente a niñas pequeñas y preadolescentes. Sin embargo, según un estudio demográfico realizado por BronyStudy.com se muestra que alrededor de 86% de los fanáticos son hombres con una edad promedio de 21 años. Y ya sé lo que puedes estar pensando, así que aquí va otra cifra: 84% de los fanáticos de MLP se definen a sí mismos como heterosexuales. Entonces, ¿qué pasó? ¿Cómo es que un dibujo animado de ponis que disparan arcoíris y reciben lecciones sobre la amistad tiene una audiencia conformada principalmente por hombres (físicamente) adultos? Nadie está 100% seguro”.

Vamos a ver: 84% de los fanáticos se definen como “heterosexuales”. ¿A santo de qué viene recalcar su heterosexualidad? Contrario a muchos de los que juzgan negativamente My Little Pony

, yo nunca he pensado que tener semejante gusto tenga algo que ver con la orientación sexual individual. ¿Será que en el fondo, acaso siguen reconociendo los roles de género, aquellos contra los cuales irónicamente pretenden “rebelarse”?

Cabe la posibilidad de que la amplia audiencia masculina se justifique simplemente por la calidad de la serie, pero también es posible que hayamos llegado a una era postgéneros. Quizás, cada vez más miembros de las audiencias televisivas no se sientan cohibidas por la estética de un producto. Si bien siempre han existido los llamados tomboys –niñas a las que les gustan los G.I. Joes, el fútbol y jugar a la guerra–, hoy también existen hombres a los que les gustan los ponis. La temática ya no es cuestión de géneros“.

AJÁ, ya decía yo. No hombre, los roles de género no se han roto ni se han convertido en una antigualla, como veremos más adelante. Es hora de admitirlo: de haber roche (peruanismo para “vergüenza”) lo hay. Y si hay roche, es porque hay un reproche en asumir ciertas manifestaciones de la propia personalidad. No flota en el aire como un gas, sino que pende sobre la cabeza del individuo, cual espada de Damocles. Y es que llegados a este punto, el reproche ya no es cosa de conservadores padres o molestos amigos que le hacen bullying a uno por tener artículos del show: se trata de un prejuicio que ha sido interiorizado por el propio fan.
Pienso que para abordar esa cuestión es preciso echar una mirada sobre los demás comunidades de fans existentes: los fanáticos de Star Wars, los de Star Trek, los delEl  Señor de los anillos, los fanáticos de los mechas… todos ellos han constituido una cultura dentro de su propio colectivo, y han tenido éxito exportando elementos de la misma en el imaginario contemporáneo. Podemos ver que este proceso tiene poco que ver con lo comercial, y más con la actividad cultural, puesto que detrás de estos productos tan mercantilistas como ellos solos, existen detalles a destacar que serían reconocidos en el futuro, o mejor dicho, que hoy son reivindicados. 
Con lo cual se impone una pregunta: ¿sucede esto mismo con nuestros equinos admiradores? En otras palabras ¿cómo es que ha trascendido My Little Pony en la cultura actual? Se equivocan ciertamente los que dicen que su principal logro es el haber conseguido que cosas antes consideradas “para niñas” hoy le gusten a “hombres de pelo en pecho”. No, lo único que han conseguido es que Hasbro ahora saque dinero directamente a treintañeros, y ya no a través de sus hijas (si es que las tienen, por supuesto); no se han acabado los estereotipos (DUH!), por el contrario se han creado otros tantos, y se le han dado nuevas herramientas al prejuicio. Tampoco me vengan con que lo es la asfixiante y odiosa explosión de “memes” de ponies en las redes sociales (esos que harían arrepentirse hondamente a Richard Dawkins por haber creado la palabra meme“). Entonces, a falta de un gran y real aporte a la cultura actual, los bronis se han decantado por enarbolar una bandera moral: la del amor y la tolerencia”.

Ciertamente ningún otro fandom había asumido antes misión moralizadora alguna: Star Wars, El Señor de los Anillos y las cuantiosas obras de animé, es cierto que tenían enseñanzas morales implícitas, pero ninguno reclamaba para sí la práctica de algún valor, más allá del básico esquema de la lucha entre el bien y el mal, que es el armazón de muchas narrativas de este tipo. Cierto es que ese conflicto está presente en MLP, pero éste aparece simplificado hasta la nimiedad, al punto tal que en el grueso de los episodios, el conflicto se ve reemplazado por situaciones más bien cotidianas, que entretienen, pero no ayudan a que profundicemos en los personajes, y ya no digamos, en el mundo donde se desarrolla la serie. Además, ¿no es acaso algo tragicómico, que los valores que supuestamente ya son parte del moral de nuestra sociedad (la tolerancia y la amistad), tengan que ser inculcados (¿re-inculcados?) a adultos, con vías didácticas más bien infantiles? Dicho de otro modo: hasta antes de convertirse en fan de dicho show, ¿realmente tenía interiorizado el rollo del “amor y la tolerancia” el individuo en cuestión?
Es evidente que tiene algo de preocupante que los valores que el colectivo brony reclama como parte de su cultura interna, sean los mismos que desde chicos nos inculcan tanto padres como docentes. Es cierto, nuestra sociedad está en una crisis ética: pero no es como siempre se dice, una crisis de valores, sino en la práctica de los mismos. Y ahora, como podemos ver, lo es en la transmisión de valores. 
¿Además, de qué tolerancia hablamos? ¿La tienen con aquellos que no comparten su admiración por el show? Ojo que esto va más allá de decir “también me gustan otros show”, o “tengo amigos que no les gusta el show y me llevo bien con ellos”. Para comenzar, la tolerancia no significa rodearse de personas similares a uno y alrededor de ellos construir una burbuja donde la grisura sea el catalizador de todos sus miembros (esto va también para todos los demás fandom): encerrarse en la soledad de lo propio es indigno de una criatura social como es el ser humano. Porque a fin de cuentas, la tolerancia se ejerce con quien es distinto a uno, y eso es algo que no han entendido quienes dicen practicarla, no sólo ahora sino en el pasado. Afortunadamente, parece que esta vez no terminaremos ni en Cruzadas, ni en Jihads, ni en guillotinas o en gulags…





Ahora bien, ¿es todo esto tan malo y catastrófico como parece que lo estoy pintando? Quizás a fin de cuentas, no. Existen peores cosas dentro del mismo fandom (como ésto, denunciado por nada menos que una brony, dicho sea de paso) y que ciertamente contribuyen a una imagen negativa del mismo (como este otro), pero no todos participan de ellos. Pero por eso mismo, luego no se quejen, si hacen de eso su principal exportación, o prefieren mirar para otro lado.

Como conclusión, podemos decir que surge un retrato más humano sobre este colectivo: más humano que el que podríamos concebir desde una perspectiva adversa, pero también mucho menos distorsionado que la que los mismos bronis quisieran darse a sí mismos. Evidentemente, esta es una labor que no podría abarcar en un solo post, pero estoy seguro, que para bien o para mal, no será la última vez que toque este tema.




* Créditos al tumblr Bronystupidity por la mayoría de las imágenes.

  • creo que llegue tarde a la fiesta, solo diré que me encanta esta serie y me esmere en ver todos los episodios, en cuanto al lado malo del fandom broni, no esta mal que alguien toque el lado negativo que se tenga (como el obsesivamente comercial), hay de todo en todo, entre los bronis tambien hay gente bonita de buenos sentimientos y personas con una actitud muy ajena a mlp que aman la serie.

  • Y me harias un gran favor si no haces mas post sobre los Bronies almenos que sepas informarte como se debe, somos seres humanos no ignorantes y animales te lo pido por favor analfabeto de mierda

  • Perdon siempre mirando lo malo del fandom, es cierto que hay falta de valores, pero que carajo me importa si el mundo da asco y hay gente que se cree que vivimos en el S XVIII y buscan lo malo de la personas, de que me sirven la tolerancia, la risa, la magia, la honestidad, la lealtad, etc etc etc si tenemos gente como ustedes que buscan defecto hasta el pitulin del gato hagan algo mas creativo y hagan un informe de la pobreza en el mundo y la guerra que los mata a todos lo digo para vos Mr. Corbata si queren vivir en Disneylandia tomate un avión y andate a Pluton nos haces un favor siiiiii.