Dedicado a la memoria de Ryutaru Nakamura. 1955-2013
¿Cuál fue el primer contacto con la los futuros alternos, decadentes y dominados por la tecnología? Lamentablemente debo admitir que “The Matrix” fue este primer contacto con realidades alternas donde el hombre permanece durmiendo mientras su cuerpo se encuentra en otro lugar. Lamentablemente porque esto marca de forma evidente la influencia que Hollywood ofrece de este lado del océano. Observar a Neo transformarse en el nuevo mesías de la Matrix, adquirir poderes de Superman para luego verlo pelear como Son Goku de Dragon Ball Z cinco años después fue una experiencia tanto inolvidable como abrumadora. Por esta razón los diferentes proyectos que trataron de opacar (y acaparar) la popularidad de este concepto pasaron desapercibidos para mi. Tanto Existanz como Dark City fueron ejemplos de espionaje corporativo que trataron de acaparar en concepto de los hermanos Wachowski y que pasaron sin ningún tipo de brillo por la taquilla, sirviendo como referencia más que como objetos de culto, lo cual logró la popular versión.
Como parte de esta ósmosis de ideas nace en Japón un concepto avant-garde de la mano del director Ryutaru Nakamura, que ha hecho trabajo reconocido en las islas del Sol Naciente pero que sin embargo ha quedado a oscuras en el ámbito occidental. Con el diseño de personajes de Yoshitoshi Abe, el guión y la puesta en escena de Chiaki Konaka y producido por Yasuyuki Ueda para Triangle Staff; Serial Experiments Lain fue emitido en TV Tokyo a partir del 6 de Julio de 1998. Con una propuesta en escena diferente, llena de una trama psicológica, la historia es más de lo que parece, aunque no del agrado de todos los fans. La razón de esto reside siempre en la propuesta.
Inicio! Spoilers!
Adelantada por unos cuantos meses a la poderosa versión de Hollywood, esta propuesta psicológica sobre la realidad virtual, el autodescubrimeinto y los efectos del gran hermano sobre una sociedad cada vez más integrada se adelantaron por mucho a los preceptos que nos guían en este momento. Aunque mucha de su tecnología ya ha quedado desactualizada, el gran valor de la obra reside en el hecho de que vivimos en una sociedad integrada, donde lentamente la realidad y la ficción se van tornando cada vez más transparentes. La propuesta de una entidad completamente virtual ya ha reverberado a lo largo de todo el mundo, y esta obra propone una forma de explorar la identidad de una de estas criaturas.
Aunque la serie fue un éxito con la crítica, debido a las libertades artísticas y los esfuerzos innovadores y valientes de sus animadores por crear algo fuera de lo común; la historia no fue un gran éxito en ventas ni tampoco alcanzó la fuerza necesaria para quedar en la mente de la mayoría de la comunidad otaku. Testimonio de esto fue la confesión de Victor Otaku de que no ha visto esta serie en su vida (yo la vi por primera vez en VHS y me costó mucho conseguirla en una calidad asquerosa para verla en computadora). Sin embargo, tal como muchos de los libros, esta obra es de “cultura general” otaku. Ignorarla no va a afectar sus conocimientos ni va a demeritarlos, pero verla les permitirá contemplar una forma de pensar diferente y una aproximación por completo extraña con respeto a lo que han visto. Esta obra es de ayuda para entender si pueden contemplar cualquier clase de obra, o simplemente se quedan con lo que “quieren ver”. Es decisión de ustedes si le dan una oportunidad o no. Eso si la consiguen, lol.