Sailor Moon: 20 años en nombre de la Luna.

Por el año de 1991, la química farmaceútica convertida en mangaka Naoko Takeuchi (resulta bastante interesante ver la cantidad de profesionales que terminan como dibujante), gozaba de la popularidad de su más reciente serie, Nombre Clave Sailor V; que hablaba sobre Minako Aino, una joven distraída en sus estudios, irreverente y enamoradiza que al encontrarse con un gato blanco llamado Artemis que le confiesa que es la reencarnación de Venus le encarga la misión de proteger a la Tierra de sus enemigos.

El éxito de la serie fue suficiente para que la editorial se interesase en llevar a cabo un anime. Sin embargo, la autora prefirió añadir más personajes y dotar a la historia con una trama más sólida. De esta forma nace su secuela, Sailor Moon, que se convirtió simultáneamente en un anime y opaco a su predecesora casi de inmediato (hasta tal punto que se tornó irregular y finalizó después de su hermana).

La trama de la nueva serie, especialmente durante su primera etapa, resulta muy similar a su origen. Usagi Tsukino (Serena en español) es una chica sentimental y distraída que se encuentra con una gata parlante con el símbolo de la luna en su cabeza. Por su medio descubre que esta destinada en convertirse en una Sailor Senchi (Sailor Scout), una guerrera que lucha por el amor y la justicia; y se transforma en Sailor Moon, la valiente heroína que protagoniza la serie.
Aunque pertenece al género de Maho Shojo (Niñas Mágicas), uno de los grandes éxitos de la serie, que atrajo a ambos géneros a sus páginas fue la adaptación de elementos del género Sentai al proveer a la protagonista de un equipo de compañeras con habilidades complementarias que la ayudan en su lucha eterna contra el mal. Combinado con una trama sólida (a pesar de los cambios entre el final de la serie entre el anime y el manga ambos son igualmente atractivos, con un sentido de pérdida y de muerte para esperar el renacer en la siguiente vida) y personajes heterogéneos cuyas diferencias llenan de comicidad al poner atención a sus excentricidades e interacciones; volvieron a la serie una franquicia que se ha extendido hasta nuestros días.
En los veinte años que ha cumplido la serie, a pesar de que no es uno de mis gustos personales de anime, hay que admirar a quienes han hecho bien el trabajo. En un mundo horrendo, plagado de maldad y sin esperanza, siempre es bueno poder reírse de uno mismo e imaginar un mundo mejor. Al poder llevar a cabo este efecto, Sailor Moon seguirá siendo una eterna ganadora para todos los gustos.
  • Un aniversario importante en el mundo otaku, y que bueno que hallan sacado una versión de aniversario, para que muchos que no vieron la serie original puedan disfrutarla.

    • Desde que sacaron el live-action uno tiene que ver ahora quien tiene los derechos. Pero si, de fijo, estamos un poco viejos cuando vemos pasar estas cosas. Lol!