¿Homofobia en los otakus?

¿Hipocrecía? ¿Razón? ¿Hasta donde llega el límite de la libertad y la expresión?

(Imagen con fines ilustrativos)
Era inevitable que llegaramos a esto. Alguna hora tendrían que explotar las tensiones entre los conservadores que no aceptan la inclusión de las personas homosexuales en la vida cotidiana, que quisieran verlos relegados a un rincón oscuro, donde nadie los vea, como la ropa sucia que se tira en la canasta tapada en el fondo del cuarto de lavado.  Ahora tristemente, es el día cuando los otakus segregan a otros, que en un tiempo  eran una comunidad inclusiva donde todos eran aceptados sin diferencia de gustos musicales, artísticos, edad o género, se ha segmentado cada vez más en grupos cerrados y represivos.
El argumento más típico contra los homosexuales es que no deben expresar su afecto en público porque “afecta a los niños”. Sin embago, esta falacia tonta, no tiene más sentido que pedirle a los heterosexuales reprimirse de mostrar afecto en público solo porque unos moralistas e inseguros padres no posean los conocimientos para explicarles a sus hijos sobre sexualidad acorde a su edad. Hay que tener compasión por estos pobres individuos, reprimidos y traumados, porque quizás sus propios padres vivían atemorizados de hablarles sobre sexualidad y les transmitieron sus propios traumas y complejos.
Soy padre de una preciosa niña. Cuando hemos presenciado una pareja homosexual besándose, y mi hija ha preguntado por lo que ve, simplemente le explico que el amor se expresa de muchas formas, y todas las personas encuentran el amor a su manera. Ella lo entiende. Los niños entienden. Son más inteligentes sobre los sentimientos que la mayoría de los adultos, como lo explicaba Antoine de Saint Exupéry, en su poco entendida obra “El Principito”, que los cortos de entendimiento piensan que es simplemente para niños..

Lamentablemente no todos pueden entenderlo.