La Narrativa Descomprimida

La narrativa descomprimida (Decompressive Storytelling) es un estilo de escritura que se distingue por que el argumento se va desarrollando de manera intencionalmente lenta, en ocasiones ni siquiera avanzando y centrándose en aspectos secundarios o irrelevantes. 
Si bien sus orígenes se pueden rastrear desde  mucho antes (específicamente en los guiones para televisión), esta forma de escribir guiones se popularizó en el cómic durante la primera década del siglo XXI, y cuenta actualmente con exponentes importantes en la  corriente principal de la industria, como por ejemplo el aclamado guionista Brian Michael Bendis (Dark Avengers) o el mangaka Masashi Kishimoto (Naruto).
Los escritores que utilizan este recurso se apoyan en escenas de
acción alargadas, diálogos entre personajes sobre temas triviales, o
tramas secundarias con menor interés, y que en ocasiones tampoco acaban
de cerrarse. Característicamente, el guionista busca impactar la curiosidad del lector con un contexto o revelación desconcertante en el primer momento, para luego apoyarse en un impresionante arte para sostener el interés del lector a lo largo de varias entregas, dosificando los puntos relevantes del arco argumental.

Por otra parte, la correcta aplicación de la narrativa descomprimida es la mejor manera para que el lector pueda conocer más íntimamente a los personajes y lograr su interés por ellos, ya que permite desarrollar aspectos más mundanos u ordinarios de éstos más allá de sus tópicos habituales (conflictos, poderes, habilidades de combate, etc).
La principal queja de los lectores es que este tipo de escritura incrementa la cantidad de números que comprar para seguir el relato, incrementando naturalmente sus gastos, contrastando notablemente con el hecho que de forma efectiva o aparente “no pasa nada” a medida que se multiplican las ediciones. A la vez, otro tipo de lectores encuentran en la narración descomprimida un gusto por profundizar en sus personajes favoritos.