Mientras dibujo.

Supergirl por Ed Brenes

A veces me gustaría simplemente regresar a los viejos tiempos y pasarme todo el día con el lápiz en la mano, primero el boceto luego con pluma para fingir que lo estoy entintando y a veces el coloreo que es lo que menos me agrada pero cuando la cosa esa llena de garabatos y rayas queda muy linda lo hago. Pero actualmente si no estoy en los estudios estoy pegado al monitor ya sea para flojear un rato o terminando los encargos de algún prepotente profesor a quién seguramente al día siguiente cuando se los lleve ni siquiera se tomará la molestia de revisarlos.
Pero bueno el punto es que ya no dibujo tanto como antes o más bien, ya no me pongo a tomarlo en serio y ponerme a practicar este maravilloso arte, aprendiendo nuevas formas de componer el cuerpo humando, los movimientos, las sombras etc, quiero decir aún sigo con esa compulsiva obsesión de rayar cualquier hoja blanca de algún cuaderno desdichado o trazar mil y un veces la forma de la cara ya sea en perfil o de lado, aún lo hago, pero de manera casual solamente y sin ningún otro propósito que matar el rato o en su mayoría las ansias por dibujar que me corroe el cuerpo cuando no estoy ocupado con algo.
Esta genial adicción comenzó desde muy pequeño, los más viejos recuerdos que tengo son de estar con mi primo en el suelo copiando en hojas de papel caricaturas o figuras animadas de cualquier revista para niños, recuerdo que Pepe (mi primo) tardaba bastante tiempo en completar una pequeña parte del dibujo mientras que los míos eran más simples y sencillos, ese día  si la memoria no me falla mi lápiz de primaria estaba creando a uno de los personajes de la serie “La Vaca y el Pollito” era el estúpido y sensual diablo rojo que se les aparecía a los protagonistas animales en cada episodio, a veces de villano otras de héroe (hasta la fecha nunca supe de que iba).

Sin embargo como les iba contando la diferencia era que el dibujo de Pepe era mucho más detallado, tenía cientos de líneas entrelazadas, sombras, formas en difíciles de dibujar etc, y a mi me parecía en ese entonces de lo más lento pues mientras yo desde hace un rato había terminado mi gran obra y estaba listo para que juntos fueramos donde el abuelo a mostrarles nuestras creaciones infantiles Pepe todavía se estaba tomando la molestia en acabar algunos pequeños problemillas donde ocupaba su goma de borrar.

El tiempo pasó, de poco en poco me volví más como Pepe y comencé con dibujos más difíciles, a veces tardaba casi en un día en terminar de copiar el personaje de un cómic, película o revista y debo decirles que: me quedaba idéntico a tal punto que yo mismo me sorprendía, lo que más recuerdo y de lo que más orgullo me siento es de una versión vegetativa de Apocalypsis de los X-Men incluso lo entinté y todo porque en verdad se veía bellísimo ¡era como los dibujos de Pepe! pero ahora con mi estilo propio (sí, eran copias, pero aún así). Luego al paso de los años me entraban ideas de poder estudiar dibujo o sueños de trabajar en una editorial de cómics y fue entonces que me dí cuenta que lo que yo hacía no era nada a lo que tendría que hacer para siquiera ser un novato, no, porque copiando no aprendes nada, porque si solo te dedicas a copiar no aprendes a como bocetear, a como crear movimientos, manos, pies, cabezas, cuerpo sin tener nada como apoyo pues dentro de tu cabeza  si no tienes el dibujo ya hecho al lado eres como un bebé intentando caminar, no tienes ni los conocimientos ni la práctica necesaria para siquiera hacer que unos simples ojos queden alineados con un nariz y oreja.
Despúes en la juventud, Pepe entró a la carrera de Ingeniería Civil donde podría explotar más su pasión por el dibujo en cuanto a mí despúes de la prepatoria ingresé a estudiar Medicina y en ratos libres me ocupo de comprar libros, revistas para aprender más técnicas, vídeos de Youtube, consejos de algunos viejos dibujantes etc, hasta la fecha debo decir que he aprendido algo, veo mis libretas llenas de Batman, Spider-Man en las esquinas o mis cuadernos de dibujo de la secundaria, preparatoria o demás y si he notado ese cambio, ese cambio que aunque aun no dice: “hey ya eres muy bueno en esto” en su lugar dice “vas por buen camino, continúa” y más que nada es eso, hasta la fecha a veces me pongo a practicar o mejorar algunas partes en donde siempre he estado fallando, por ejemplo si el Osmar de hace dos años viera como el actual está dibujando esas manos o piernas brincaría de felicidad.
Sin embargo como lo dije al principio, ya es muy poco que lo haga, mi concentración por otras cosas más importantes como los recibos de luz, agua, la facultad, etc, continúan haciendo a un lado el placer de ese arte que tanto no gusta a muchos, quizás la solución sea ordenar un poco las cosas por aquí y por allá, ver que es más importante para mí, pensar si acaso ponerse a chatear por más de dos horas es mejor que estar sentado a la luz de tu lampara con tus dedos llenos de tinta o basura de borrados contemplando como ya por fin terminaste la parte de los hombros y antebrazo y ahora sigue el pecho, en fin, todo es cosa dejar ordenar y pensar, ¡hasta la próxima!
Por cierto, la imagen que puse de Supergirl es del artista Ed Benes, una de mis mayores influencias, sigo pensando que si algún día yo pudiera crear algo parecido o si obtuviera la habilidad para hacer lo que el hace mi vida estaría completa, no necesitaría más, es todo, suficiente moriría feliz y completo.